cuando enfilamos la carretera de cadaqués nos encontramos con una señal de tráfico atípica en la que leemos: atención. línea discontínua solo indica eje de carretera. es una manera sutil de alertarnos de unos peligros que son, por otro lado, demasiado obvios. en 2015, huc malla me mostró un seguido de objetos guardados en su almacén, entre otros, muchos de los generados por lanfranco bombelli durante la primera etapa de la galeria cadaqués. ese día firmamos un acuerdo de palabra: en el futuro, haremos una exposición con todo esta selección de obras de arte, carteles, embalajes, maderas y descartes varios. un cierto deseo compartido con huc por el riesgo y las inmensas ganas de accionar su colección de colecciones ha sido el detonante del proyecto.

con el propósito de activar una residencia artística, a finales del 2020, comienzo a mover -literalmente- muchos de estos materiales hacia el espacio de la galería con la intención de resignificarlos. unos restos que más tarde circularán en dirección al taller de lladó para volver de nuevo a cadaqués. la lógica del proceso es la de unos contenidos que transitan arriba y abajo, que avanzan físicamente del pasado al presente. del homenaje eufórico a la deriva crítica, con la fortuna de revivir el esplendor máximo o el inconveniente de despeñarse montaña abajo. en tiempos de la covid, seguir la carretera trajinando materias sensibles y ciertamente peligrosas ha sido tan reconfortante como una cura.

jordi mitjà. cadaqués / lladó, mayo del 2021