Es un honor para la Galeria Cadaqués concluir la celebración de su 50 aniversario acogiendo la exposición de Parvine Curie, artista que ha sido testigo de la historia de la Galeria Cadaqués desde sus inicios. Curie ha expuesto en diversas ocasiones, tanto en exposiciones individuales como colectivas, ya en la época de Lanfranco Bombelli.

Nacida en Nancy en 1936, la escultora Parvine Curie creció en Troyes y estudió en Burdeos y en París. El descubrimiento del arte románico catalán la llevó a instalarse en Barcelona en 1957 y a concebir sus primeras esculturas. En la década de 1970, en el marco de una exposición en la capital francesa, el escultor François Stahly descubre su talento y reconoce una afinidad entre sus respectivos universos artísticos, lo que les lleva a compartir estudio y, más adelante, a emprender camino juntos. Curie viaja por el mundo expandiendo horizontes, dejándose imbuir artísticamente por los lugares y las manifestaciones culturales que le encantan: las civilizaciones Maya y Celta, el arte de iglesias y pirámides, los templos hindúes. La suya es una escultura no figurativa, monolítica, de pureza conceptual, líneas y materiales limpios, preñada de un fuerte simbolismo; una obra, apunta la historiadora del arte Lydia Harambourg, «de un vigor tan radiante que va más allá de cualquier concepto de modernidad para unirse a la atemporalidad del gran clasicismo».

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